Komando Opari
Acto delicuentemente poético.
Regalos de ‘carteristas’.
‘Komando opari’ obsequia a viandantes con ofrendas anónimas usando la técnica de los ladrones al revés.
MANIFIESTO PRELIMINAR
Toda actividad tendiente a la propagación del poder público o a la resolución de problemas de la convivencia colectiva es política. Todo arte que incide en la sociedad es arte político.
GÉNESIS
Érase una vez un hombre cargado de regalos que queríalos repartir entre niños y niñas… ymayores; entre hombres y mujeres; entre conocidos y desconocidos; entre los de aquí y los de allá… entre los que se lo pedían y los que no se lo esperaban… en fechas instauradas para el intercambio de regalos (como las navidades) y en periodos estivales (mientras la gente está distraída disfrutando de un baño de sol o de mar)…
Érase una vez el nieto del Olentzero, aquel que desde su urbe vizcaína había viajado a lugares poco accesibles de Marruecos, Filipinas, Venezuela o el Sahara para entregar en persona noticias y mensajes de niños inmigrados en Euskadi a sus familiares aún en sus países de origen, con los que en años no habían podido comunicarse. Aquel nieto del Olentzero, decide tras esa experiencia expandir su activismo poético, organizar la lucha, buscar cómplices para la conspiración e instaurar el Komando Opari.
MISIÓN
El Komando Opari tiene como misión sacudir las expectativas y prejuicios sociales sobre el dar y recibir, y sobre quiénes quitan y quiénes ponen. Porque, bien mirado, cuesta lo mismo construir que destruir… regalar que robar…
MODUS OPERANDI
Para cumplir con su misión KO interviene de incógnito en lugares públicos, susceptibles de aglomerar casos de hurtos (plazas, tabernas, el metro, playas…) para, con la misma atención y habilidad que son necesarias para sustraer carteras y móviles, obsequiar a los transeúntes con pequeñas ofrendas anónimas. Un momento de descuido es el momento idóneo para que un militante del Komando Opari coloque entre tus pertenencias un pequeño paquete envuelto en papel de regalo y con lazo. Un atentado a la propiedad privada para conseguir, quizás, una sonrisa, una agradable sorpresa o una reflexión.
CÓMPLICES NECESARIOS
El Komando Opari ha captado en sus filas a miembros del clan Olentzero y a carteristas y excarteristas de distintas comunidades autónomas para colaborar en sus misiones secretas porque son conscientes de que hace falta la misma destreza para quitar que para poner, los miembros del Komando Opari no pueden descuidar su entrenamiento, y los carteristas implicados esmeran sus estrategias. Sólo que, en esta ocasión, estarán participando en un evento artístico, en una performance de intervención social. Una experiencia nueva para alguien acostumbrado al escamoteo: agasajar a desconocidos con un obsequio…
RIESGOS
El Komando Opari fomenta la transgresión magnánima, utiliza la delincuencia para perpetrar actos de generosidad y debilita los marcos conceptuales de lo que es “ser un buen ciudadano”
Los miembros de ‘Komando Opari’, en plena acción en la explanada del Guggenheim. PABLO VIÑAS